Es el área responsable del soporte y mantenimiento de las aplicaciones de software que hacen parte de la operación diaria de la institución. El área se divide en los siguientes componentes:
Garantiza que los sistemas de información funcionan de acuerdo con los requerimientos planteados por los usuarios. Realiza análisis funcional de nuevas aplicaciones así como la de actualizar y mejorar la ya existentes. En otras palabras es el vínculo entre el usuario y el área técnica de la institución.
Garantiza el cumplimiento de los indicadores de servicio (ANS) y los requerimientos definidos por cada sistema de información implementado.
Garantiza las actividades operativas en la implementación y operación de las aplicaciones de software implementadas en la institución.